por Amauri Gil
“Las leyendas y mitología de los ninjas narran sucesos de derrumbe de grandes imperios, esta vez, más allá de una ficción, la problemática existente detrás de un simple juego de siglas en inglés, han marcado la pauta para la decadencia de un imperio, y no cualquiera, sino el más grande, el de los Estados Unidos de América.”
La palabra Ninja describe a un guerrero japonés de la edad media, el cual se caracterizó por sus técnicas no convencionales de combate y por generar una gran cantidad de leyendas en torno a su persona, en cierto modo, no es difícil observar que para la problemática de la crisis que se vislumbraba para el 2007, la palabra NINJA no solo sería un conjunto de siglas para No Income No Job Application (sin ingreso y sin solicitud de trabajo), sino también la formulación de una estrategia que buscaba una funcionalidad alterna a lo habitual en el manejo del sistema financiero y que al experimentar en la realidad, resultó por debajo de cualquier situación optimista posible, si en algo se puede estar de acuerdo sin lugar a dudas, tanto en las leyendas de los guerreros como en las consecuencias de estos créditos, es el que han generado una decadencia clara en los imperios.
Entonces, ¿Cómo fue que sucedió esto? todo fue debido a los bajos márgenes de ganancia que obtenían los bancos comerciales consecuencia de las bajas tasas de interés existentes en los mercados internacionales, de tal forma que los préstamos otorgados como los depósitos recibidos, no permitían una dinamización que ampliara sus ganancias, ante esto y de manera paralela, una situación que se estaba presentando, era que el precio real en las viviendas, después de los 10 años, se incrementaba el doble del precio inicial.
Este escenario era claramente una ventana abierta para los bancos, dado el entorno económico que se vivía en los Estados Unidos permitía que el nivel de ocupación se incrementara (aunque solo fuera de manera eventual).
De esta manera se decide otorgar préstamos que implicaban un mayor riesgo (Subprime) pero los cuales consentían el cobro de mayores tasas de interés e incrementar el número de operaciones.
Es aquí donde los clientes denominados NINJA entran al juego, dado que eran el medio que permitiría el funcionamiento de su estrategia expansiva, estos a su vez no solo aprovecharon la posibilidad de adquirir una residencia, sino hasta un automóvil o las vacaciones soñadas, dado que las hipotecas eran por un valor mayor al de la vivienda, esto a los prestamistas les fue de poca importancia, ya que en caso de que el cliente no cubriera sus cuotas, la residencia sería recuperada.
Todo el funcionamiento de este sistema se encontraba basado en que los clientes NINJA pagarían sus hipotecas y el mercado inmobiliario seguiría incrementándose, de tal manera que se creía en la existencia de una estabilidad económica de largo plazo, y que a estas alturas ya debía entenderse como ilusoria, todo esto se vio reflejado para principios del 2007 cuando el mercado inmobiliario se desplomó y los clientes dejaron de pagar una mayor cantidad que lo que en ese momento valía su residencia, optando por la pérdida de la vivienda, pero permitiéndose la adquisición de una similar a un precio menor.
Es así como se puede apreciar a un nivel interno de la economía americana las primeras causas de lo que se reflejaría después como una de las crisis más agudas a nivel mundial.
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