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lunes, 7 de noviembre de 2011

Educación y Desarrollo en México

Por Rafael Martínez Hernández

         ‘La educación es el único puente seguro a un mayor desarrollo, a un mejor empleo, a una vida más digna’  -Felipe Calderón Hinojosa

La educación juega un papel imprescindible en la vida de los seres humanos. Después del ambiente familiar, la escolaridad dota al individuo de habilidades, valores y principios necesarios para construir los cimientos del progreso de la sociedad, y por ende mejorar la calidad de vida. El Estado es el encargado de proporcionar educación de calidad al alcance de todos. En México, el artículo tercero de la Constitución así lo estipula; según el plan nacional de desarrollo de este sexenio, ‘la educación pública en México, además de ser gratuita y laica, ha tenido como aspiración preparar a las personas para enfrentar la vida en libertad, partiendo del valor cívico de la responsabilidad, y desarrollando a plenitud las facultades humanas’.

         No obstante, si analizamos la calidad de la educación en México, podemos constatar que  deja mucho que desear, y se hace más evidente su poquedad a través de las distintas pruebas que se han aplicado durante los últimos años. Una de ellas es la Evaluación Nacional de Logros Académicos en Centros Escolares (ENLACE[1]), que se realiza cada año en todas las escuelas públicas y privadas de nivel básico y media superior, para conocer el nivel de desempeño en las materias de español, matemáticas y ciencias. En lo que va del sexenio de FCH, se ha aplicado en promedio en 120 mil escuelas a alrededor de 12 millones de alumnos del nivel básico, y en 12 mil escuelas a 900 mil alumnos del nivel bachillerato. Los resultados son sencillamente decepcionantes; se constata que más de la mitad de los alumnos en las diferentes pruebas obtienen niveles de logro calificados como ‘insuficientes’ y ‘elementales’. Más aún, es de notar la brecha de desempeño entre las escuelas privadas y las indígenas, así como las comunidades marginadas acudidas por la CONAFE[2], cuyos resultados son los más bajos. Esto hace pensar que uno de los factores más influyentes en estos resultados es el nivel socioeconómico de cada grey. El gobierno de Felipe Calderón ha destinado un porcentaje del PIB a gastos en educación similar a lo que destinan otros países miembros de la OCDE, aunque ese monto ha descendido.



Elaboración propia con datos del Banco Mundial



Echando un vistazo al PIB per cápita, indicador más citado para referirse al desarrollo de una economía, podemos observar que el ingreso en México no ha crecido significativamente, y que de hecho tiene una tendencia a la baja. Desde el sexenio de Miguel de la Madrid, este indicador sólo ha crecido 4.7%.




Elaboración propia con datos del Banco Mundial


En contraposición a los argumentos educacionistas del gobierno federal que asevera que la educación es el único camino para el desarrollo económico y el progreso de la sociedad, se hace muy evidente que las condiciones de vida de las personas son un factor más importante. Efectuar un cambio radical en el sistema socioeconómico y proponer un modelo alternativo que impacte en todos los ámbitos del país brindaría mejores y más equitativas oportunidades a todos, lo que mejoraría la calidad de vida de las personas y nos haría un país más competitivo. En definitiva, reciclar viejas fórmulas y viejos discursos no provoca ningún cambio.



[2] ‘El Consejo Nacional de Fomento Educativo es la entidad del gobierno federal responsable de que niños y jóvenes que viven en las comunidades más pobres y más apartadas del país, tengan acceso equitativo y de calidad a la educación’ www.conafe.gob.mx

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