por Beatriz Franco
Cuando hablamos de reformas estructurales ciertamente podríamos concebir este concepto desde una perspectiva de transformación, pero transformación con el objetivo de lograr el tan soñado bienestar social, alcanzando condiciones óptimas de crecimiento, desarrollo, alto índice de empleo, reducción de la pobreza, etc. Es decir, en un primer momento no nos imaginamos que en realidad estas llamadas reformas estructurales pudieran ir dirigidas hacia un rumbo con fin contrario(o de no ser así, es lo que se puede pensar) y que por tanto de llevarse a cabo su aplicación obtendríamos muchas veces situaciones no deseadas. Es por eso que propongo que debemos de tratar de encontrar respuesta a esta cuestión de ¿Reformas estructurales… o distorsionarles? En el sentido de analizar algunas consecuencias o desventajas que se han presentado a partir de su aplicación en ciertos momentos, en diferentes ámbitos en los que en vez de haberse beneficiado, se tornan en una situación de mayor descontento; en esta ocasión abordare la Reforma Laboral, sin dejar de lado la importancia de la Reforma Energética y Fiscal.
Las problemáticas
No es nuevo el saber que México esta viviendo tiempos difíciles, en donde una de las principales polémicas es el aumento constante del desempleo, aunque también se presenta la perdida de calidad del empleo existente. Así es, como, volvemos a plantear la gran necesidad de cambios que permitan romper las trabas que impiden generar más empleos, un bienestar para todos y sobre todo regular desigualdades.
En el congreso si ha habido muchas iniciativas de reforma, y no podemos negar que algunas son buenas, pero no han sido oportunas para aplicarse en su momento, ya que podríamos conseguir solo más problemas, tal vez, hasta llegar a una rebelión social. Simplemente pensemos en la situación de que, el “narco” genera más empleos que el gobierno y la economía formal juntos. Se que es algo vergonzoso, pero efectivamente lo que se exige son reformas estructurales verdaderamente solidas, sin limite político y con visión de largo plazo, para intentar salir de esta situación tan mediocre en que vivimos hoy en día.
Otro problema que se presenta es que, se ha adoptado un concepto de competitividad del país erróneo, esto es, que la idea que se tiene que México va a ser más competitivo porque pague salarios más bajos y porque se tengan controladas las organizaciones de los trabajadores (según esto para lograr la paz laboral), es una gran equivocación. Esto solo podría ser cierto si lo que se busca es la utilidad inmediata para un solo grupo. Pero si nos ponemos a pensar también en algunas de las reformas que se proponen como son el despido barato y libre, ciertas modalidades de contratación, no negociación del costo del despido y mas, en realidad solo nos reflejan que lo que se busca no es el bienestar común, sino solo el bienestar inmediato y a corto plazo y del que gozaran solamente los empleadores y grandes capitalistas.
Es entonces como se propone al estado como regulador, el mediador de las relaciones laborales entre estas dos clases: empleadores y trabajadores. En donde se re estructuren las reglas laborales, ya que las que persisten no funcionan y se puede ver mediante dos perspectivas: no funcionan ni para alcanzar la justicia social, ni para la incentivación a innovar. Ante esto si se pagan bajos salarios, se opera con la misma tecnología y en estas condiciones; no hay incentivo para mejorar y entonces se le apuesta a una vía baja de desarrollo, y con esto no vamos a ninguna parte, pero si gana alguien y no precisamente es la clase trabajadora.
Conclusión
Es aquí, donde el Estado debe intervenir para compensar ciertas medidas aplicables en materia laboral. Es difícil pensar el como es posible que México no cuente con un buen seguro de desempleo, mientras que si lo hacen otros países latinoamericanos con menor desarrollo. Pero es un poco mas complejo este proceso ya que para poder contar con un buen seguro de desempleo tendríamos que suponer una reforma fiscal eficiente, esto es porque todas las reformas tiene que estar enlazadas para así, en conjunto definir el camino mas viable a seguir y como regular los cambios.
Entonces concluyo que la Reforma del Estado en general debe estar orientada hacia una transformación de la sociedad y que en sentido democrático esa transformación social este basada en la garantía de los derechos de las personas.
concuerdo con la idea de transformar pero no a la sociedad si no mas bien a las instituciones y tanto entidades estatales como municipales osea el gobierno en un sentido general no tanto ya que pues el estado sabemos tiene una función dada a las condiciones del sistema.
ResponderEliminara mi parecer en este articulo hizo falta el abordar como tal la reforma laboral "que menciona" y es bien sabido por todos que efectivamente se necesita una buena reestrucracion laboral y como lo dice el compañero de arriba lo que debe cambiar son las instituciones no la sociedad
ResponderEliminarlas reformas estructurales en materia de empleo solo se aplican cuando se trata de perjudicar a la clase media y baja trabajadora en especial a la clase asalariada, asi que debes tener en cuenta que cuando se propone una "buena" reforma laboral me refiero a buena en terminos de distribucion equitativa del ingreso, es casi imposible que la lleven a cabo.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar